El desarrollo psicosocial del niño (6 - 12 años) es un proceso fundamental puesto que despliega una serie de conceptos de socialización, ya que comienza la interacción constante con agentes como amigos, la escuela, compañeros etc.
La etapa intermedia de la niñez se refiere al período entre los 5 y los 10 años de edad. Los niños de cinco años pueden estar preparándose, con entusiasmo y con alguna incertidumbre, para el primer día de escuela. A los diez años, la mayoría de los niños se sienten capaces e independientes en sus comunidades.
Los padres tendrán que tomar decisiones en ciertas situaciones, tales como cruzar la calle, andar en bicicleta y dejarlos solos en el hogar, el mayor desafío para los padres es establecer reglas y expectativas claras mientras al mismo tiempo ofrecen a los niños apoyo para que comiencen a tomar sus propias decisiones.
El desarrollo psicosocial en esta etapa es un proceso esencial en la formación del niño, ya que a partir de aquí se generan diversos valores como el respeto, la tolerancia, la amistad, el amor, el compañerismo. Es por eso que el ambiente en el que se desenvuelve el niño sea ideal. El vínculo familiar tiene como responsabilidad cuidar todos los espacios en donde interactúa el niño.
DESARROLLO DEL AUTOCONCEPTO, AUTOESTIMA Y LA VIDA AFECTIVA
Autoconcepto
El autoconcepto es la imagen que una persona tiene de sí misma y esta se va a desarrollar en la niñez (entre 7-8 años) puede perdurar hasta la edad adulta. Es por eso que los padres deben ayudar a formar una imagen positiva de sus hijos, creando una buena autoestima, ya que da sentido a la propia valoración que tengan de ellos mismos. Cuando los niños tienen alta autoestima son confiados, curiosos e independientes, confían en sus propias ideas, inician retos o actividades nuevas con confianza, se sienten orgullosos de su trabajo y se describen de forma positiva. Y los niños con baja autoestima no confían en sus propias ideas, tienen falta de voluntad, se retraen, se alejan de otros niños, se describen de manera negativa y no se sienten orgullosos de su trabajo.
Juicios acerca del yo se tornan más realistas, equilibrados, amplios y se expresan de una manera más autoconsciente. Amplios e incluyentes, que integran diferentes aspectos del yo. (representación) Puede comparar su yo real con el ideal y evaluar qué tan cercano a los estándares sociales y en comparación con otros se encuentra
Autoestima
Un aspecto importante para la autoestima es la visión que tiene el niño de su capacidad productiva. Los niños tienden a valorar más algunas áreas del sí mismo que otras (por ej. apariencia física y aceptación social más que las mismas competencias académicas) Contribuye significativamente a ella el apoyo social (primero familia y compañeros, luego amigos y maestros)
Vida afectiva
La escolarización supone una apertura del niño al mundo exterior, principalmente integrado por amigos, compañeros y profesores; como agentes de socialización, aunque la familia continua ejerciendo una influencia notable sobre él. Dentro del marco de ella es donde se realizan los aprendizajes básicos que serán necesarios para el desenvolvimiento autónomo en la sociedad como el sistema de valores, el lenguaje, el control de la impulsividad, etc. A través de distintos mecanismos la familia va modelando las características psicológicas del niño durante el tiempo que permanece bajo su custodia.
Con el descubrimiento de la importancia de los iguales, descubre que sus padres, a los que creían omnipotentes, ya no se lo parecen tanto. La idealización de la figura del padre y por extensión la del maestro u otros adultos se sustituye por el prestigio de algún compañero con el que trata de identificarse.
En esta etapa, un comportamiento agresivo de los padres, puede provocar agresividad en sus hijo para con otros niños, aunque en casa se manifiesten como niños dóciles.
Desde el punto de vista social en los niños de esta etapa se detectan las siguientes características.
- Adquiere amistades más sólidas
- Se adapta mejor a la interacción con los miembros del grupo
- A partir de los ocho años se forman grupos para actividades más estables.
- Se produce una atención creciente hacia el otro.
BULLYING
El bullying es un problema que se ve frecuentemente en esta edad, debido a que es cuando el infante empieza a socializar buscando la aceptación de los demás. Este tipo de violencia puede ser físico, verbal, social, simbólico, electrónico (ciberbullying) o psicológico; los cuales se repiten con frecuencia con la intención de lastimar al otro. El bullying como fenómeno se define como una relación de abuso entre pares. Las principales definiciones de bullying implican a lo menos la presencia de cuatro elementos para calificarlo como tal: (a) que se da entre pares; (b) que implica una situación de desequilibrio de poder; (c) que es sostenido en el tiempo y por tanto constituye una relación—no una situación aislada—de abuso; y (d) que la víctima o víctimas no tienen posibilidades de salirse de esta situación.
Alguna de las consecuencias del bullying pueden ser sentimientos como: inseguridad, soledad, infelicidad, tristeza, timidez, introversión y aislamiento. En un caso severo de bullying daña directamente la autoestima y el autoconcepto, debido a que el infante se sentirá limitado e inseguro a sus capacidades sociales e internas, pensará que todo lo que hace está mal y se inflingirá un auto castigo psicológico. Puede provocar desde síntomas de depresión y ansiedad, hasta el suicidio.
Aquí toman vital importancia los agentes de socialización.
1. La familia: Es el principal agente socializador durante la infancia de la persona. La socialización en la familia se desarrolla en una forma continua sin un plan previo ni un programa establecido; el niño absorbe todo lo que ve en su entorno o contexto social (familia) y comienza a desenvolverse según lo que va adquiriendo, va formando su personalidad, va conformando un esquema de valores, normas, prejuicios, etc. La figura del padre, independiente de su participación en la crianza, tiene una participación importante en el bienestar y relación madre-hijo, y en la seguridad del último.
2. La escuela: El paso de la familia al preescolar o a la escuela, constituye un momento de transición donde el niño comienza a establecer las primeras relaciones duraderas con personas ajenas a su grupo familiar. Al entrar en contacto con una gran variedad de personas, el niño aprende a valorar la importancia que se da en la sociedad al género o a la raza de las personas. En la escuela, los niños están continuamente recibiendo una enorme cantidad de mensajes, explícitos o implícitos, que tienden a reforzar el sistema de valores de la sociedad en que viven.
3. El grupo de amigos o pares: los amigos se eligen entre personas afines, entre personas con las que existe mayor número de coincidencias: étnicas, de clase social, etc.; lo cual tiende a perpetuar los sistemas de valores y las cosmovisiones propias
4. Los medios de comunicación: nos informan de los sucesos, crean opinión, transmiten valores.Por ende, forman una idea de lo que la sociedad en su conjunto tiene como valores. Todos tenemos contacto con los medios de comunicación: prensa, radio, televisión, cine, Internet.,etc. por tanto, todos somos influenciados por ellos. Los medios de comunicación no son obligatorios; por lo que podemos escoger qué periódico leer, qué programas de televisión ver, aunque estamos sometidos a una importante presión social para seguir tal o cual programa, o leer tal o cual revista.
Los medios de comunicación, al producir y reproducir realidades públicas, pueden constituir una herramienta persuasiva; que reúne la pluralidad cultural de los miembros de una generación particular de una comunidad; generando una historia, identidad y discurso propio en común con los cuales el niño puede identificarse.
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